Rusia afirma que EE.UU. usa a África como campo de prueba de fármacos experimentales
Los Estados africanos en los cuales EE.UU. desarrolla centros biológicos ven su soberanía nacional en materia de bioseguridad disminuida, así como su situación epidemiológica no mejora. Foto: RT en Español.
24 de diciembre de 2024 Hora: 09:31
Moscú afirma tener pruebas que evidencian el desarrollo a ritmos acelerados de la presencia militar biológica del país norteño en el continente africano.
«La administración de Estados Unidos ve en esta región un reservorio natural ilimitado de patógenos de infecciones peligrosas y un campo de pruebas para ensayar medicamentos experimentales sobre el terreno«, indicó Alexéi Rtíschev, jefe adjunto de las tropas de protección radiológica, química y biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia.
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Rtíschev detalló, en particular, que centros de investigaciones médicas del Ejército y la Armada de Estados Unidos tienen estaciones de campo en Kenia, filiales en Ghana y Yibuti, y un laboratorio en Nigeria, países donde además posee varias bases militares.
En total, más de 20 instalaciones biológicas en 18 países de África estarían implicadas en una iniciativa centrada en la obtención de «agentes patógenos en zonas endémicas y focos naturales, controlar la situación biológica y gestionarla en beneficio propio», dijo el alto cargo militar.
El ministerio de Defensa ruso asegura que Washington desarrolló un sistema para «gestionar riesgos biológicos en el territorio de otros Estados», lo cual ya ha probado en Ucrania y Georgia, con el fin de consolidar su control geopolítico.
Rtíschev declaró que una de las tareas de dicho sistema sería el análisis de la situación epidémica a lo largo de las fronteras de los adversarios geopolíticos de Estados Unidos en las zonas en que pretenden desplegar contingentes militares.
Una red de centros biológicos con poder para hacer y deshacer
En su informe, el militar ruso afirma que EE.UU. no revela los objetivos que persigue con estos experimentos y sus socios a menudo desconocen los riesgos asociados con los programas de dicha red de centros biológicos.
En ese sentido, destacó que los especialistas del Centro Médico-Militar de la Armada laboran en focos naturales de enfermedades en Ghana y Yibuti, en tanto en Kenia se despliega una red de estaciones con el fin de monitorear la propagación de enfermedades infecciosas en países de África ecuatorial, donde obviamente poseen una serie de bases militares.
En Nigeria se crearon en el presente año un centro de investigaciones médicas y un laboratorio militar-médico en el que laboran 10 especialistas. En Senegal se está construyendo un gran laboratorio con un costo de 35 millones de dólares, proyecto en el cual participan las mismas empresas contratistas del Pentágono que trabajan en proyectos similares en Armenia, Georgia, Kazajistán y Ucrania, como es el caso de la compañía Black & Veatch.
En Guinea y Zambia, así como en otros países, también se realizan actividades de investigación. Rtíschev señaló el programa «Genomas de patógenos» que tiene participación de más de 20 instalaciones biológicas en 18 países y cuyo objetivo reside en estudiar las peculiaridades de las infecciones y la «la resistencia de los microorganismos patógenos a los fármacos médicos».
Por demás, se trata de acciones para reforzar su potencial biológico-militar enmarcadas en la evasión de compromisos de la convención sobre armas biológicas, afirma la fuente rusa.
¿Todo está planificado?
La cartera de defensa rusa expone lo que considera una tendencia clara: «los patógenos de las enfermedades que entran dentro del área de interés del Pentágono se propagan posteriormente como pandemias y las empresas farmacéuticas estadounidenses se convierten en las beneficiarias».
Estas declaraciones evidencian que ningún interés norteamericano está colocado sobre un beneficio colectivo, sino que el suyo es siempre el juego geopolítico que favorezca el enriquecimiento de su clase milmillonaria. De ahí que se preocupe por el trabajo que realizan China y Rusia de conjunto para exponer el verdadero fin de esos programas biológico-militares.
EE.UU. está preocupado por los brotes de enfermedades peligrosas que «socavan el desarrollo del potencial económico de la región», por lo que la mejora de las competencias de especialistas locales respecto a neutralización de amenazas biológicas le posibilitaría un mayor «rendimiento» de sus fuerzas.
La formación del personal local para trabajar en centros privados ocasiona entonces distorsiones en los sistemas nacionales. Se efectúa, «una transición a estándares estadounidenses para la formación de personal y la transmisión y resumen de información sobre la situación biológica; una degradación de los sistemas sanitarios nacionales y la imposición de proveedores de equipos médicos y medicamentos», en palabras de Rtíschev. Ello queda comprobado en que la mejora no se hace extensiva a la situación epidemiológica de dichos países.
De forma paralela, los Estados asociados «pierden su soberanía nacional en materia de bioseguridad y pasan a depender totalmente de EE.UU.», condiciones necesarias para evitar que su influencia en el continente se debilite frente a la de Rusia.
El informe en general resalta cómo Estados Unidos utiliza el desarrollo científico y la investigación como armas de dominación, control y degradación de la soberanía y las vidas de otros países.
Autor: teleSUR: MMM
Fuente: RT en Español